Siamés: descubriendo la elegancia y la inteligencia hecha gato

Orígen del siamés

El gato siamés es una raza antigua cuyos orígenes se remontan a Tailandia, anteriormente conocida como Siam. Manuscritos del siglo XIV demuestran que esta raza ha existido durante siglos.

Los monjes los consideraban sagrados y los tenían como compañeros en numerosos monasterios. La raza se introdujo en el mundo occidental a finales del siglo XIX, y en 1946, la Asociación Internacional del Gato (TICA) aceptó al siamés como raza oficial.

Carácter

El gato siamés es inteligente, curioso y muy parlanchín (prepárate para una verdadera verborrea meowbal). Le encanta la atención y se inmiscuye en cualquier cosa que hagas.

Su fuerte y ronca voz es una de sus características más notables. Es un gato social y exigente que necesita entretenimiento constante. Al ser ágil y atlético, le encanta jugar y resolver rompecabezas.

Apariencia

El gato siamés es de tamaño mediano y tiene dos líneas principales: el «siamés de cabeza de manzana» tradicional y el tipo de concurso.

Tiene un pelaje corto colorpoint sobre un fondo más claro. Los colores colorpoint incluyen marrón foca, chocolate, azul y lila.

Gato siamés colorpoint lila tumbado en su rascador

Cuidado del pelaje y nutrición

El pelaje del gato siamés es fácil de cuidar. Un peine de acero para eliminar el pelo muerto y aceites corporales una vez a la semana es suficiente.

Los gatos siameses son una de las razas más fácilmente reconocibles del mundo, con sus máscaras oculares oscuras, sus calcetines y patrones llamados «puntos» que destacan sobre sus cuerpos color crema y sus brillantes ojos azules.

Estos puntos característicos se deben a una mutación genética conocida como el gen del Himalaya, descubierto en 2005. Este gen recesivo, transmitido por ambos padres, les da a los gatos siameses un pelaje sensible a la temperatura que puede cambiar de color.

En cuanto a la nutrición, una dieta equilibrada que incluya comida seca y húmeda rica en proteínas y grasas es crucial, especialmente durante su crecimiento. Hay alimentos específicos para gatos esterilizados y mayores que ayudan a prevenir la obesidad.

El misterio de su pelaje

Los gatos siameses se desarrollan en el útero a una temperatura de unos 38 grados Celsius, la temperatura normal de un gato. Una vez nacidos, los gatos siameses completamente blancos comienzan a enfriarse en sus extremidades, como la cola, las patas, las orejas y la cara.

Estas temperaturas más bajas hacen que el gen del Himalaya active la melanina, el pigmento que también se encuentra en los humanos. Por eso, los cuerpos de los gatos siameses, que son más cálidos, permanecen claros, pero sus partes más frías se oscurecen a medida que maduran.

gato de raza siamés recién nacido completamente blanco junto a su madre de la misma raza colorpoint marrón

Salud y cuidados del siamés

Los gatos siameses pueden ser vulnerables a ciertos problemas de salud. Comúnmente, tienen los ojos cruzados o desalineados (estrabismo), lo que puede comprometer la visión y la percepción de la profundidad.

Incluso si los ojos del gato están alineados, el animal puede sufrir de nistagmo o temblores oculares, una condición en la que los ojos se mueven ligeramente de un lado a otro de manera repetitiva e incontrolada, causando problemas de visión o equilibrio en los casos más graves sino se trata de una afección benigna.

Enfermedades hereditarias

El gato siamés puede sufrir varias enfermedades de origen genético:

  • Amiloidosis: Deposición de proteínas (amiloide) en los órganos, especialmente en el hígado.
  • Cardiopatías congénitas y asma.
  • Cáncer, como el linfoma mediastínico y ciertos tumores intestinales.
  • Atrofia progresiva de la retina (PRA) y displasia de cadera.
  • Pica: Ingestión de objetos no comestibles.

Reflexión final sobre el siamés

Si buscas un compañero inteligente, cariñoso y muy parlanchín, el gato siamés es la raza para ti. Prepárate para una relación activa y demandante con este curioso y sociable gato que hará todo lo posible por involucrarse en tu vida diaria.

Yo personalmente desde que tuve al mio, que por desgracia ya no está con nosotros, no he conocido gato mejor. ¡Jamás te arrepentiras de tener un siamés!

Cuéntame en comentarios si tienes uno y que trastadas suele hacer.

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